Agradecemos la gentileza del Dr. Souza y del Hospital veterinario da Bicuda Cascais - Portugal que nos comparten este material.
Cómo un Labrador de 12 años Recuperó su Calidad de Vida tras la Colocación de un Stent laríngeo.
Parálisis laríngea en perro
La historia de este labrador de 12 años es un claro ejemplo de cómo la medicina veterinaria moderna puede marcar la diferencia en la vida de nuestras mascotas.
Marley, un macho, de 44 kg, empezó a sufrir episodios preocupantes de desmayos y dificultades respiratorias.
Al principio, todo parecía apuntar a un problema cardíaco, ya que él había tenido dos episodios de desmayo en menos de 24 horas, acompañado de estridor y fatiga.
Diagnóstico y el camino hacia una solución
El dueño, preocupado por el bienestar de Marley, lo llevó a una evaluación cardíaca. Tras una ecografía, los resultados mostraron que el corazón del perro estaba en condiciones normales, aunque se identificó una taquicardia supraventricular.
Sin embargo, la tos y los desmayos no cesaban, y el estridor (sonido de respiración forzada) era más notorio cuando el perro estaba tumbado o descansando.
El Dr. Souza del Hospital veterinario da Bicuda Cascais - Portugal nos cuenta:
Decidí realizarle una endoscopia de la laringe, lo que nos llevó a descubrir la verdadera causa: parálisis laríngea.
Este trastorno afecta la capacidad del perro para respirar adecuadamente, y en casos graves, como el de nuestro labrador, puede poner en riesgo su vida.
El enfoque mínimamente invasivo: la colocación de un stent
El dueño del perro, al escuchar las opciones de tratamiento, optó por un enfoque mínimamente invasivo, y decidimos colocarle un stent laríngeo. Este tipo de procedimiento permite mantener la vía respiratoria abierta y evitar los episodios de asfixia, sin necesidad de cirugías invasivas que podrían ser más riesgosas, especialmente en un perro de su edad.
Resultados inmediatos: un cambio asombroso en la calidad de vida
Lo increíble de este procedimiento es lo rápido que mejoró la vida de nuestro amigo labrador.
48 horas después de la colocación del stent, los episodios de desmayo desaparecieron por completo, y el perro dejó de toser y jadear.
¡Un resultado extraordinario! El dueño no podía estar más contento de ver a su perro recuperar su vitalidad.
¿Qué podemos aprender de este caso?
Este caso es un claro recordatorio de que cuando las mascotas presentan síntomas respiratorios o cardíacos, un diagnóstico correcto y un tratamiento adecuado son esenciales.
El uso de stents de silicona, como en este caso, no solo es eficaz, sino que ofrece una opción más segura y menos invasiva para tratar condiciones como la parálisis laríngea.
La medida seleccionada para este caso fue el stent VSTX20-60, que fue clave en este proceso, y la rápida mejoría del perro subraya la importancia de utilizar dispositivos de calidad que garanticen una solución duradera y efectiva.
Este tipo de procedimientos no solo mejoran la vida de nuestras mascotas, sino que también nos permiten como veterinarios ofrecer soluciones de calidad y mínimamente invasivas.
Si te enfrentas a un caso similar, recuerda que la tecnología está de nuestro lado para asegurar el bienestar de nuestros pacientes.
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